miércoles, 31 de octubre de 2012

En un día gris como este

En un día gris como este,
lo único que no es gris
es tu recuerdo.
Es claro, limpio y transparente,
y deja un brillo
sin precedentes.
Déjame que te escriba
palabras de esperanza,
déjame que te traiga
el cálido aire de abril
aunque sea octubre
y los días sean más cortos,
las certezas más inciertas
y la noche sea un desierto
en el que hay algún oasis
pero no estás.

Sé apenas nada de tí.

Sé apenas nada de tí,
pero lo que sé
lo aprendí en tu mirada.
Tus ojos expresan,
tus ojos me cautivan y me conmueven,
tus ojos reclaman
atención y afecto,
tus ojos dicen y sienten.
Pero es verdad
que apenas sé
nada de tí
y lo demás lo aprendí
leyendo
lo que escribes,
analizando sintácticamente
cada oración,
subrayando
el sujeto nosotros.
Tal vez dicho sujeto
nunca existió
o quizás sí
existió en los sueños
que alimentan
los anhelos y los deseos.
Sé apenas nada de tí,
pero me gustaría enarbolar
algún día esa bandera,
que nos concede
el porvenir,
esa bandera tuya
y mía,
y de todo lo mío y lo tuyo.

Axiomas sentimentales

Si tuviera que elegir
uno de mis axiomas sentimentales,
te elegiría a tí.
No es que tenga muchos de ellos,
hace bastante tiempo que en mi vida
no habitan dioses ni supremas deidades,
pero tiendo a creer
en la maravilla

que me propone tu belleza
y no me dejo llevar
sólo por eso,
me mantengo en guardia porque
sé que la apariencia
es un vehículo
cuyo aspecto
nos puede confundir,
es en el interior
donde se forma
lo linda que eres.

martes, 30 de octubre de 2012

Vendrán otras primaveras

Las primaveras que se fueron,
no volverán, emigraron
al archivo del tiempo,
escalaron los riscos,
treparon por las rocas
de la monolítica estructura
que es nuestra historia reciente.
Pero vendrán otras primaveras,
y no serán iguales a las anteriores,
traerán la alegría renovada,
la ilusión, la confianza,
la incipiente armonía,
el abrazo del amigo,
el beso del amante,
y, por supuesto,
el aroma de las flores,
del azahar,
del jazmín
y de las rosas.

lunes, 29 de octubre de 2012

Atardecer de otoño

A lo lejos
se advierte el atardecer de otoño.
La gama de colores
rosáceos, violetas y anaranjados
llena el cielo
con la maestría del pintor
que hiciera 
sus experimentos
de luz con la paleta
y el pincel.
El tranvía
camina sigiloso
por el carril
de hierro
y en la estación
hay una nostalgia
que se abriga
de melancolía.
En el trayecto,
procuro colocarme para
mirar hacia adelante,
el pasado
es un ave
que voló
hacia otros lugares
ya hace tiempo
pero
nos enseñó con su vuelo
la lección de su itinerario.
A lo lejos se advierte
el atardecer de otoño,
los árboles agitan sus
ramas
por el viento
y la llanura queda solitaria
dejando a entrever
la austeridad de esta
tierra castellana.

jueves, 25 de octubre de 2012

Setenta y dos años

Setenta y dos años
habrías cumplido,
ay, madre de mi alma.
Eras tan recta,
tan seria en las cosas
que hacías,
tenías ese punto rebelde
y trascendente,
esa finura sin parangón.
Tu vida fue plácida en momentos
y espinosa en otros,
como la vida de cualquier
persona,
pero tú eras tú
y tus circunstancias.
Fuíste capaz
de sacarme adelante
con ayuda
de la familia
que siempre apoyó.
En tus calvarios,
estabas sola,
pero yo te acompañé
en lo que pude,
y estuve
a tu lado,
para abrazarte
y darte el calor
que necesitabas.
Eras mujer reservada
y, a veces,
no comprendía tus malos humores.

Aunque todo sean certezas.

Aunque todo sean certezas,
hoy te quiero como antes de ayer.
La tarde es esa pasarela
por la que pasan
los sueños,
algunos necesarios
otros accesorios,
para adornar
nuestra melancolía,
estado superior de la tristeza.
Ya sé que nunca
dormimos juntos,
ni siquiera nunca
llegamos a darnos
ese beso profundo
que yo tanto anhelaba
pero
creo que
la vida nos tiene
guardada alguna
buena noticia.
Aunque todo sean
certezas,
te recuerdo y te olvido,
más lo primero
que lo segundo,
pero no me miento,
soy consciente
de las limitaciones
y de los caminos
por recorrer.
En ese aspecto,
quiero mantener una tierna
esperanza,
de que algún día
te pueda mirar a los ojos
y decirte amor.

No se puede.

Esta frase lapidaria e inhibidora
"No se puede" puede que se
ciña a hechos concretos
sacados de la verdad de unos números
a todas luces ciertos.
Pero "No se puede" también
significa una renuncia,
significa un paso atrás,
una claudicación.
Ese "No se puede" de hoy,
esperemos que
se transforme
en el "Sí podemos"
de cada día,
debemos
mantener la esperanza
de que el mañana
nos traerá algo mejor.

Los ojos y las manos de mis niños.

Los ojos y las manos de mis niños
son un tesoro preciado,
reescribo los versos
hacia la mujer amada
y los adapto a otra
clase de amor,
el amor paterno-filial.
Su sonrisa,
su gozo,
su llanto,
su satisfacción
y su sorpresa,
su infantil manera de
describir las cosas que
ven y que sienten.
Esa manera de agarrar su
mano y
conocer su calor
adoptarla
como apéndice de tu
cuerpo.
Los ojos que descubren
un bonito atardecer,
que celebran
tu llegada
al verte después
de una jornada
de trabajo.
Esos destellos
que la vida
nos propone
y que nos colman
de una secreta
e íntima alegría
son testimonio
de este tesoro
preciado.

lunes, 22 de octubre de 2012

Te voy a esperar aunque pasen mil años.

Yo te voy a esperar aunque pasen mil años.
Unas veces has llenado mi vida
de alegría
y bondad,
otras, no has podido hacer nada más,
pero sé que tu alma
es un bien preciado,
una invitación al optimismo
y a la dicha
y por eso
creo que un milenio
no es nada
si la cosa trata de estar
a tu lado.

Trenes que vienen, trenes que van.

En la estación del ferrocarril,
me siento en un banco
a ver cómo llegan los trenes que
transportan
decenas de viajeros
cargados con maletas
y con sus propias existencias cargados.
Son trenes que vienen a esta estación
perdida en la geografía urbana
de una gran ciudad,
de edificios destartalados
y monolíticos.
Cuando la muchedumbre
abandona los vagones
y en el tren
no se escucha una sola alma,
el jefe de estación
da la orden para proseguir
el rumbo.
Quién sabe qué otros lugares
visitará
este acordeón
de la ingeniería ferroviaria,
este eficaz y férreo
medio de transporte.
Son trenes que van,
como presencias que
permanecieron
un tiempo
en la vida de la gente
pero que, de repente,
se confunden entre la niebla,
a lo mejor para un ratito
o para una eternidad entera.
Aunque fuese para una eternidad
los trenes dejan la huella
de su paso por las vías,
y no hay estación
que olvide el chirrido
de sus ruedas de hierro,
ni jefe de estación
que olvide el ruído de la locomotora. 

domingo, 21 de octubre de 2012

La pasión turca. Musica: Jose Nieto


Pasión, placer, afecto

Tal vez la pasión ya tuviera color,
aroma y sabor,
pero no sólo de pasión
vive el ser humano,
no sólo vive de gozo,
también necesita
de comprensión y de afecto.
Los placeres se desvanecen
como los instantes,
y siempre nos queda
ese momento
de después en el que
habiendo saboreado
el fruto maduro
nos parece que todo
placer es incompleto.
En la erótica cotidiana,
la fuerza de la costumbre,
la mecánica de los besos,
de los abrazos,
de las caricias,
es poderosa.
Pero qué maravilla existe
en el nuevo amor,
si lo hubiere,
esa hoja en blanco
sobre la que escribir líneas
enteras
cargadas con
nuestras ídeas acerca
del afecto, el placer y la pasión.

4. Es sólo una cuestión de actitud Fito Páez


Niño Josele - Bulerías

Ustedes y nosotros

Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual

ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez

nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien

ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom

nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud

ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón

nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función

ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal

nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar

ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.

sábado, 20 de octubre de 2012

Noches sin luna

Amor mío,
te escribo y te sueño
en noches sin luna.
La escalinata hacia el cielo
se queda corta
y se estrecha por
tramos.
El cielo sin luna
es un telón oscuro
adornado
con el brillo de alguna
estrella fugitiva.
En mi trayecto,
amor,
eres estación
nocturna,
deseo y ternura.

viernes, 19 de octubre de 2012

Dulzura

Dulces tus palabras
que no empalagan,
dulces tus silencios
que me hacen arder,
dulces tus despedidas
y tus adioses.
Pero
esa dulzura
que hay en cada
cosa,
tiene un final amargo.
¿Por qué escribir sobre finales amargos
cuando tenemos toda la vida
para escribir sobre dulces principios?

El dueño del cortijo.

El dueño del cortijo ha hablado.
Él piensa que es muy progresista,
y de pensamiento muy avanzado.
Desmiente y descarta
cualquier extravío de la norma,
la norma es la que regula
su progresía sui géneris.
Pero es una mezcla
de criterios su bien preciado,
nunca sacó los pies del tiesto,
últimamente ha confesado.
El dueño del cortijo
es árbitro de la elegancia,
no confunde
flojera con vagancia.
Es un alto ejecutivo
del orden y la cordura,
tal vez entre las sábanas
conozca la espesura.
Quién dice,
quién comenta,
quién habla del desvío,
¿acaso no existió
semejante desvarío?
¿Acaso
nos confunde
el vicio y el fornicio?
El dueño del cortijo
ha hablado, con
su semblante serio,
sentencia
con una frase lapidaria,
propia de las señoras
de visita a la hora del café,
y de misa de domingo
a las doce.
El dueño del cortijo
alaba su progresía:
las cosas
siguen como estaban
y ello me causa una
gran algarabía.

Summer time

http://www.youtube.com/watch?v=1j6avX7ebkM

jueves, 18 de octubre de 2012

Reina

Ya ves que no soy monárquico
pero contigo haría una excepción
pues eres reina de parte de mis días.
Mirándote como si fueras
pieza de un episodio de la historia medieval,
te imagino
viviendo en un alto castillo rodeada de
cerrojos
y con guardianes que custodian
la fortaleza.
Mas eso no es una desventura
siempre existieron ventanas
abiertas
en los lugares más recónditos
siempre existieron
rejas por las cuales
los pergaminos con lazo
se cuelan
para enviar mensajes.
Hermosa reina,
tú mereces
la mejor de las vidas. 

Vine hasta aquí

Vine hasta aquí
no para traerte sufrimiento,
ni para darte malos ratos,
aunque mis movimientos
hacia tí 
pudieran originar algún que otro efecto secundario.
No vine tampoco para agobiarte
ni para conseguir algo.
Vine hasta aquí
quizás por casualidad,
sin querer influirte
sin querer lastimarte.
Una vez estando en el sitio,
comprendí
que eras libre
y que lo único
que espero
de tí
es poder adorarte
sea con palabras
o con actos.

Ya conozco su veneno

Señor, ya conozco su veneno
y créame, me estoy volviendo algo inmune
a sus efectos,
que fueron, en un inicio,
contundentes.
Disculpe
si ya no me conmueve
esa manera que tiene
de interpretar al lobo disfrazado
de cordero,
porque se le da bien
el mundo de la actuación,
debería dedicarse a ello
con más ahinco.
Perdone si no le entiendo
esas referencias a los soldados bielorrusos,
que según su opinión eran auténticos violadores,
a esos padres que .
abandonan a sus hijos,
de veras que no le entiendo.
De las indicaciones sobre esos niños del África
de los que es valedor y,
sin embargo,
defiende al ultranza
el sistema económico
que ampara el hambre del Tercer Mundo,
que debería ser el primero
en cuanto a riquezas se refiere.
No le comprendo Señor mío
cuando intercambia barcos de vela
por el guadalquivir
por barcos de remo en un estanque madrileño,
no es más que una manipulación
añadida al inventario de manipulaciones
que tan hábil o interesadamente
ha ido pergeñando
utilizando su ciencia especulativa.
Quizás le entiendo
en el sentido
de que está enamorado
y esta es una manera
de proyectar el dolor
que supone el disputar un amor.
No entraré en lo personal,
le digo que no se enfade, Señor mío,
lo mío también es amor.

Amor me haces mucha falta

Amor, me haces mucha falta.
Sé que te veo a diario, que tienes forma de niño y de mujer,
pero, en serio, me haces mucha falta.
No es que no estés presente,
porque lo estás en el recuerdo,
en algunos gestos
que atisbo desde la distancia,
pero me haces mucha falta.
Cuando termina el día,
ese laberinto insospechado,
ese camino con obstáculos,
algunos salvables, otros que no lo son tanto,
me digo:
Amor, me haces mucha falta.
En este desierto sin arena,
en este vuelo sin aire,
en este navegar sin olas,
la única cosa
que me viene
es la certeza de que te veo
a diario
pero que sí, que me haces mucha
falta.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Tus ojos y tus manos

 "A estas alturas del partido 
creo en los ojos y en las manos del pueblo
en general 
y en tus ojos y en tus manos 
en particular" 
Credo - Mario Benedetti

Tus ojos no son enigma
pues de ellos se desprende
el arroyo claro de las emociones
que salen a la luz como
primeros rayos de sol
en un amanecer sin escarcha.
Tus manos están limpias
y son delicadas como
las que podría tener un
pianista que acaricia
las teclas para componer
una bella melodía.
Tus ojos y tus manos
son luz y melodía,
sustento y cimiento
de las pequeñas grandes
obras de cada día,
manifiesto de la alegría,
de la bondad y de la esperanza.
Tus ojos no son extraños
para mí
porque son el espejo donde me miro a
menudo.  
Tus manos, en cambio,
me son más ajenas,
pero no por ello
las rechazaría.
Tus ojos y tus manos
son dos piezas de
artesanía. 

A media tarde.

A media tarde,
imagino tu rostro,
tu cabello recogido o en melena,
el viento lo acaricia y lo mueve.
A media tarde,
la tristeza se convierte en alegría
al saber
que la distancia
siembra
recuerdos,
y me llega
ese perfume de tu pelo,
que huele
a flores frescas de abril.
Mi cuerpo y mi alma se despojan de
la melancolía,
abrazando
la pequeña felicidad
de compartir mi sentimiento.

lunes, 15 de octubre de 2012

Tiempos verbales.

Cuando te conjugo con el pretérito imperfecto,
me sabías a tarde de otoño
cuando se ponia el sol
sobre las lomas y la luz anaranjada
cubria las ramas de los árboles
con su manto protector.
También tenías un sabor
a noche de primavera
entre luces de farolas,
avenidas, calles, rotondas
de una gran ciudad
y el sinsabor de un hasta luego,
no sabía cuándo nos volveríamos a encontrar,
amor.
Cuando te conjugo con el presente simple,
te veo lejana y distante,
encerrada en una torre,
que es una gran atalaya
rodeada de cerrojos.
Cuando te conjugo con el futuro condicional,
te diría,
pasearía a tu lado,
te daría mi mano,
y eso basta
en mi universo incompleto.

No es un poema más.

No es un poema más
y, sin embargo,
podría ser un poema cualquiera.
La forma, el contenido,
la estética que rezuma
de estas palabras encadenadas
y engranadas,
de estos anhelos descritos
con la musicalidad de las letras,
podría ser única, indivisible,
y, sin embargo,
también podría ser una estética cualquiera.
El significado de una frase
junto con el significado de otra,
hacen apenas una estrofa, que podría ser
única o una cualquiera.
Este poema, esta estética y este significado
permanecen únicos e inalterables
cuando se trata de tí.

sábado, 13 de octubre de 2012

Lo ilegal sería

Lo ilegal sería
luchar contra lo obvio,
contra ese torrente
sin freno
que propone la natural deriva
de los sentimientos.
Lo ilegal sería
no recordarte lo linda
que estás
en una tarde de otoño,
a sabiendas
de tu estado civil,
de las innumerables señales que
dicen stop.
Lo ilegal sería
no cruzar esa barrera,
esa frontera invisible en la que quizás
no haya retorno
y en la que
los viajeros
adoran los cantos de sirenas.
Lo ilegal sería
no dejar de verse
atrapado en tu bondad
sin límites.

Quién es la musa

Testigo de los días,
oyente de estas palabras,
eres la persona que me
da alegría,
más allá
de la madrugada.
Cuando te evoco,
no me hace falta preguntar
quién es la musa,
porque
su identidad está clara,
la musa eres tú.
Consciente de
tus realidades,
partícipe de tus circunstancias,
te invoco
para un momento,
sin que tengas que abandonar
la ruta diaria de obligaciones
y compromisos.

viernes, 5 de octubre de 2012

contigo


yo también deseaba crecer contigo 
envejecer contigo 
dormir contigo
respirar contigo
y, sin embargo,
lo único que hice contigo fue 
saborear la amargura 
de un amor incompleto
e inacabado.
Quién sabe
la vida coloca
otorga,
quién sabe
si el destino o quizá el azar
pero estas son etapas,
simples subterfugios,
medicamentos placebos
de la vana existencia.

La luna

La luna no entiende de precios, inflaciones y tarifas. La luna no acostumbra a tomar la calculadora, y coger el lapicero para anotar la cantidad de dos cientos cuarenta y tres. La luna se regocija en su belleza y la luz azulada que proyecta, como los neones de un local de la gran vía, invade las estancias, los lugares y los llena de hermosura. La luna no entiende de estaciones del año o quizás sí, porque su luz es más tenue o más intensa dependiendo de la época del año. ¿Por qué es tan misteriosa alguien lo sabe? Quizás porque cada noche parece una lámpara huérfana de un escritorio, una mujer viuda que se asomara a un balcón a ver al universo deambular.