miércoles, 31 de marzo de 2010

Este frío que me abriga.


Este frío que me abriga, en esta mañana de marzo
gris y con un cielo plúmbeo,
supone el refugio necesario
para el obligado camino hacia el trabajo.
Este frío que me abriga, esta soledad sonora,
construyen el silencioso trayecto entre
la calma y el tempestuoso devenir cotidiano.
Este frío que me abriga,
hace un instante,
tu mirada lo decía todo:
querías que te escuchara, largo y tendido.
Te hice comentarios que no implicaban nada y
sin embargo, me devolviste negatividad,
curioso trato.
Este frío que me abriga,
este despego, aquel desarraigo,
vacío mi corazón, dispuesto a llenarlo,
con las primeras flores de primavera,
con el consiguiente reemplazo,
de la melancolía hecha verso por
la incipiente alegría,
que no luce demasiado.

domingo, 21 de marzo de 2010

Querido Hermano.


Querido hermano,
te quise desde el momento en que te ví.
Viniste una tarde de Mayo a mi casa porque sí.
Aunque a veces te eche "de más", en vez de
"de menos", te quiero hermano,
y junto a tí he de vivir.
Las tardes largas donde juntos
nos enfadábamos y nos reconciliábamos
son testigo y memoria
de nuestro amor fraternal forjado,
como el molde de una pieza de metal
de un barco acorazado.
Querido hermano,
te quise desde el momento en que te ví,
los jardines eran floridos ya que había
llegado la primavera,
el mayúsculo sol calentaba
el ánimo y la conciencia.
Nuestro amor era cotidiano,
digno de cualquier emprendedor proyecto.
Juntos, tú y yo,
recorríamos el trayecto hacia la siguiente estación.
Ahora, sabes
que cuentas conmigo y que juntos somos más que dos.