lunes, 28 de febrero de 2011

Jardines de asfalto.


Jardines de asfalto
son los que se forman
cuando brota el agua de una
fuente en un atardecer ciudadano y,
en ese instante,
los gorriones se posan en
las farolas
cuyas lámparas incandescentes
comienzan a emitir su luz.
Los jardines de asfalto
se pueden convertir
en el cobijo
de los melancólicos,
de las almas sombrías,
de los caminantes solitarios.
Se construyen a partir
de conversaciones ocasionales,
de amorosos abrazos,
de la sonrisa de un niño
que se sabe feliz.
Jardines de asfalto,
no necesitan de árboles,
ni de arbustos,
ni tan siquiera
ser jardines.
Lo que sí es necesario,
es que,
en nuestro jardín de asfalto,
el tiempo se adueñe del tiempo
y tu mirada me evoque el infinito.

martes, 22 de febrero de 2011

El gorrión y la paloma.


Era un mediodía de invierno, mi hija Marcela y yo habíamos ido a la Biblioteca de la calle Azcona como cada domingo. Al terminar sus actividades, nos fuimos a tomar un tentempié en la plaza de San Cayetano compuesto por unas magdalenas. Cuando no quería más, Marcela comenzó a echarle de comer a las palomas congregadas en la plaza, que rápidamente se arremolinaron para encontrar algo de sustento. Por allí, también revoloteaba un gorrión que se aligeró para venir volando a sustraer del pico de la paloma un trozo de magdalena a la velocidad en la que un árbol es capaz de ser fulminado por un rayo. La diferencia de tamaños, la desproporción en el número de palomas con respecto al de gorriones no fue razón para que el pequeño pájaro fuera más hábil y más certero. La paloma, inmóvil, de torpes movimientos no podía competir en velocidad con el ladronzuelo que le había quitado aquel cotidiano tesoro. De ello se pueden extraer varias moralejas: 1) quien no corre, vuela (la paloma podría representar los valores de una burguesía estática que concentra el poder y reparte los beneficios, las plusvalías, los excedentes del capital y el gorrión, ese pájaro común, podría representar los intereses del proletariado y su constante lucha para su emancipación) 2) no hay correlación de fuerzas que la astucia y la convicción en las propias destrezas no puedan vencer.

Amores no correspondidos.

Amores no correspondidos,
son los que, sin saberlo,
forman máreas subterráneas
entre dos personas
y una de ellas hace caso
omiso al movimiento de
las aguas.
Como por ejemplo,
aquella tarde
en la que, inocente,
te ofrecí la flor que
corté sin tú pedirlo.
Créeme que mi sentimiento
era puro como el agua
que brota del manantial
sereno, sin embargo,
no sé si valoraste
la pureza
de mi afecto.
Tal vez,
ésto quede en amor platónico,
en sentimiento inacabado,
incompleto,
y sufriré unas
cuantas tormentas interiores,
atravesaré unos cuantos
laberintos en solitario,
hasta que tu presencia
no signifique
más que el caer de una
hoja de árbol
en el otoño incipiente.
Amores no correspondidos,
son los que aun
a sabiendas que
existe riesgo al amar,
se ejecutan libremente,
conociendo las dificultades
propias del relieve
sentimental.

lunes, 14 de febrero de 2011

TELÉFONO.


Descuelgo el teléfono,
marco el número y escucho tu voz.
¿Por qué será que cuando hablo contigo,
siento que el escaso romanticismo que
había, se ha disipado
acaso será que
nunca existió?
Mientras que insistes
en las tareas que me adjudicas,
olvidas
la base del entendimiento
que consiste en el diálogo
y el dejar al otro hablar.
Difícil tarea la de
aquel que osa contradecirte.
Obvias que soy un espíritu libre
que no es fácil de domeñar
y que cuando más te lo propones,
sabes aburrir al personal.
Necesito reinventarme
y salir de esta espiral
de monotonía en la que me hallo
envuelto.
Unir, sumar fuerzas, aglutinar
esfuerzos y que nuestra
vida en común,
no sea un concurso,
ni una competencia,
en la que esperar
salir vencedor.
Cuando hablo por teléfono,
contradigo a los hechos,
quiero llegar al
autoconvencimiento
de que tú y yo no somos tan
diferentes.
Cuelgo el teléfono
y continúo
con las cavilaciones.

martes, 8 de febrero de 2011

Mundo de impostores.


Mundo de impostores,
de farsantes sistemáticos,
de mentirosos rítmicos,
mundo a secas.
Mundo de impostores,
formado por submundos
inventados, en los que
no hay lugar para la reflexión
certera, para la conversación
exenta de hipocresía y
engaño.
Mundo de impostores,
pretensiones y cálculos
mediáticos,
máscaras, lugares comunes,
personas sin misericordia,
sin piedad tampoco.
Mundo de impostores,
la conversación después
del café de las diez,
un teléfono que no para de
sonar y, en el otro lado,
una voz amiga que
invita a la charla.
Mundo de impostores,
creo que todo el vacío,
y la civilización de plástico
que lo contiene,
se disipan,
en el instante
en que de tus labios
brotan la verdad
de unas palabras
que, por pocas que sean,
hacen que me reconcilie
con este lugar en minúsculas.

sábado, 5 de febrero de 2011

Cuando la cosa no da para más.

Cuando la cosa no da para más,
es tontería,
alargar la desdicha
con hipocresía.
Si el resorte del amor es una goma elástica
que se estira,
cuidado, no la estires demasiado,
porque quizás puede llegar
a romperse.